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El futuro del trabajo

Las organizaciones desde la pandemia han experimentado una disrupción sin precedentes, puso a prueba la flexibilidad y la capacidad de respuesta del trabajo y la cultura en todas partes. Llevó aceleradamente a las organizaciones resilientes a navegar olas del cambio hacia sus objetivos futuros, pero puso a prueba al resto hasta el punto de quiebre o naufragio.

La lección vital que todos hemos aprendido es que ya no podemos demorar más nuestra reinvención y reestructuración en la forma en la que trabajamos.

Desde la disrupción, los lugares de trabajo nunca han sido más remotos o dispares, adoptando un estilo de trabajo más flexible. También se han redefinido los roles y la cultura para alinearse a las necesidades cambiantes de los clientes. Muchas iniciativas se han acelerado para priorizar enfoques más progresivos para la gestión del trabajo, la fuerza laboral y el lugar de trabajo.

El valor del trabajo

El trabajo es, quizás, una de las fuentes de valor menos comprendidas en el entorno empresarial moderno. La producción generada por los trabajadores, siempre ha sido evidente y cuantificable, al igual que las tasas de productividad y los resultados de ventas; pero el verdadero valor del trabajo puede ser más profundo, complejo y más difícil de medir por medios tradicionales, como lo son las habilidades blandas. Por ejemplo, motivar a otros, construir un sentido convincente de propósito compartido, o construir y reforzar relaciones que impulsen a los equipos a trabajar de manera colaborativa.

Las habilidades blandas han aumentado en importancia a medida que los colaboradores han demostrado la capacidad de resiliencia y la flexibilidad para ir más allá de las especificaciones laborales tradicionales y las métricas de rendimiento. Y por ende las organizaciones deben estar a la altura del desafío y rediseñar el trabajo desde una perspectiva futura, no como un proceso mecanizado, sino como un flujo que se alinea con las formas evolutivas en las que los humanos piensan e interactúan.

El enfoque del futuro del trabajo pasará de maximizar la producción a liberar el potencial, a facultar a los trabajadores para que alcancen su potencial para agregar mayor valor a la organización, y donde los valores exclusivamente humanos como la adaptabilidad y creatividad serán clave para la resiliencia futura de la organización.

 

Estructuras

Las estructuras de trabajo futuras serán necesariamente más resilientes gracias a su mayor flexibilidad y agilidad para adaptarse al cambio. El trabajo, la fuerza laboral y el lugar de trabajo y la interacción entre las capacidades humanas y tecnológicas deberán reinventarse para que los trabajadores puedan desbloquear su potencial.

Para ello el trabajo debe convertirse en algo que genere valor para los clientes, la fuerza laboral, la organización y sus partes interesadas. Debe generar un sentido de propósito y significado y construir conexiones humanas. 

Bien dice Ana Rodríguez, directora de RRHH (Michael Page-2021), que "las empresas hemos iniciado un cambio de mentalidad". Sin embargo, esto nos obliga a tomar una serie de decisiones complejas; tenemos que buscar el equilibrio entre las necesidades de las empresas y las demandas de los empleados.

Este cambio de mentalidad es fundamental para lograr resultados, crear un valor más profundo y construir una organización con la capacidad de adaptación para adecuarse a las necesidades de su propia gente y las necesidades externas.

 

Liderazgo

Los líderes estamos llamados a acompañar a nuestros equipos y a ser más rápidos para adaptarnos a la naturaleza cambiante del trabajo y apoyar la flexibilidad necesaria para responder al cambio. Al mismo tiempo a empoderar a los empleados con la flexibilidad necesaria para desarrollar su potencial, no solo esto responde a una una decisión comercial y estrategia conveniente, sino una decisión desde una perspectiva progresiva centrada en el ser humano.

También se espera cada vez más que los altos directivos encarnen el propósito de la organización, un conjunto de intenciones basadas en valores arraigados en los intereses sociales y humanos para unir y motivar a los empleados en torno a valores compartidos y significativos. La revisión de las estructuras de trabajo formales de décadas anteriores también requieren ser revisadas para permitir que las organizaciones adopten la mayor flexibilidad y alinearse mejor con las expectativas del futuro.

Esto debe considerarse como un proceso permanente con una reevaluación constante de las aspiraciones de los empleados, así como una revalorización continua de las formas en que los empleados aportan valor a la organización, desde métricas tradicionales, como la eficiencia de costos y la productividad, hasta medidas más integrales, como aumentar el valor de las partes interesadas generando un impacto significativo.

Cultura organizacional

La cultura organizacional y su potencial para brindar un enfoque estratégico y de diferenciación competitiva, es un área de creciente interés en el mundo empresarial.  Numerosos estudios han demostrado que la marca empleadora, las promesas que hace y la cultura interna que la sustenta, se ha convertido en una de las herramientas más poderosas para atraer y retener al mejor talento, además de aumentar el atractivo de la organización para los clientes, accionistas y partes interesadas.

Los líderes de equipo, en todos los niveles, deberán desarrollar las habilidades necesarias para alentar y motivar a su equipo de manera que incorporen la cultura y los valores de la organización. Serán la conexión esencial entre los miembros de su equipo y el centro, y deben pensar más allá de los "resultados" para incluir "momentos que importan culturalmente" y que pueden fomentar la confianza en la organización.

Las habilidades necesarias para trabajar y liderar de manera efectiva, requiere de empatizar mejor, habilidades de escucha y desarrollar confianza y afinidad de los jugadores del equipo.

Está claro que el trabajo se está convirtiendo en una experiencia dinámica, más que en un lugar estático, y que satisfacer sus exigencias culturales cambiantes liberará el potencial para construir una mayor resiliencia, siendo clave promover un ecosistemas eficiente y sostenible que puedan agregar valor y flexibilidad a futuro. -

Ma. Fernanda Villaverde | HR Consultant. Talent Acquisition. Agile Coach (ACPC-LATAM). Cultura & Transformación - Directora Humanitas HR